
Hacia una movilidad integrada
La movilidad eléctrica náutica

La contaminación atmosférica (y también la acústica) de los puertos ha generado gran preocupación estos últimos años, a tal punto que, en 2020, la Organización Marítima Internacional (IMO, por sus siglas en inglés) impuso, con un nuevo reglamento, el límite de 0,5 % m/m a las emisiones de azufre de los combustibles: se trata de una reducción de casi el 80 % con respecto al pasado, que ahora obliga a utilizar combustibles de bajo contenido de azufre, mejorando así la calidad del aire en las zonas portuarias. Y en algunas grandes áreas, como las del Mar Caribe, las del Mar Báltico, las del Mar del Norte y las de América Septentrional, ya rige el umbral más estricto de 0,1 % m/m.
Hacia una movilidad “Carbon Free”
Navegar en silencio
La embarcación utilizada para la inauguración fue el Candela Seven (C-7), un aliscafo de 7,7 m equipado con alerones específicos ubicados debajo de la quilla que, al provocar una elevación del vehículo más allá de cierta velocidad, reducen drásticamente la fricción del agua y hacen que la embarcación sea más eficiente. Es por eso que este vehículo, viajando a 20 nudos (puede llegar a 30), es capaz de recorrer casi 50 millas náuticas con su batería de 45 kWh y, además, hacerlo en el más absoluto silencio, algo inusual para una embarcación a motor. Precisamente, el sector de las embarcaciones para recreación –del que Italia es líder– es, actualmente, el de mayor potencial para la náutica eléctrica, ya que estos vehículos son los más aptos para ser reacondicionados.

Puntos de recarga para coches en Portofino


