La reducción de la contaminación es una de las muchas ventajas de los coches eléctricos: son más beneficiosos para el medio ambiente que las alternativas presentes actualmente en el mercado, porque son la única tecnología que elimina totalmente las emisiones locales de óxidos de nitrógeno (NOx) y las partículas finas (PM por sus siglas en inglés). Esto se traduce en un aire más limpio, menor impacto en la salud y menos costes médicos. Además, los coches eléctricos son silenciosos: se reduce la contaminación acústica y mejoran la calidad de vida.
Actualmente en Italia, el 33% del suministro eléctrico proviene de energías renovables. Esto significa que permite reducir en un 70% las conocidas como emisiones del pozo a la rueda (well to wheel en inglés) con respecto a las que produce un vehículo de gas y aproximadamente en un 50% con respecto a las que produce un vehículo de metano. Así que la respuesta corta a la pregunta de si los coches eléctricos contaminan el medio ambiente es "mucho menos que los coches de gasolina o híbridos".